jueves, 8 de mayo de 2014

Tomy.

Todo comenzó un jueves por la mañana, cuando la señora Clara, fue a comprar un gato, ya que no quería más ratones en su casa.
Cuando llegó a la tienda le dijo a la dependienta -Hola, muy buenos días, quedria un gato bueno y obediente que cace ratones. La dependienta le dio el gato más obediente del mundo.

Lo que no sabía es que ese gato le tenía  mucho cariño a los ratones. Clara lo cogió y se lo llevó a casa. Cuando entró en el salón el gato estaba emocionado, ya que había olido a ratones. Ella lo llamó Tomy ya que siempre le había gustado ese nombre para un gato. Tomy conoció a los cinco ratones que había; Clos, Clas, Cles, Clis y de hizo amigo de ellos.
Todos los días a las cinco de la tarde iba a ver a sus amigos para jugar con ellos a escondidas de su ama. Pero a los pocos días, Clara sospechaba del gato, ya que no cazaba ratones así que se escondió para ver que hacía. Como era habitual, el gato fue a llamar a sus amigos y en ese momento Clara le vio chocando, riendo y jugando con ellos así que inmediatamente fue a cogerlo Clos se dio cuenta, pego un grito y todos, incluido el gato  se fueron corriendo.
Los ratones se metieron en su casa, pero Tomy no cabía, así que Clos cogió una poción mágica para convertirse en ratón y se la echó a Tomy. El gato fue encogiendo y convirtiéndose en ratón; mientras sucedía esto se dio  de lo que pasaba, así que cogió un atajo y llegó hasta la casa de sus amigos. Clara no iba a dejar que hubiera más ratones en su casa así que llamo a la tienda  de animales y le explicó lo sucedido. La dependienta le dijo que el gato de podía quedar tres días.
Tomy no estaba tranquilo. Sabía que su ama no iba a parar hasta que él y todos sus amigos se fueran. Así que planearon  un plan que consistía  en mudarse a la casa de al lado mientras que el malvado gato estuviera en la casa.
El gato llegó a los tres días de llamar Clara y esta le dijo -gato quiero que caces los seis ratones y te los lleves-. El gato sabía lo que tenía que hacer pero tenía un problema ¡No había ratones!
Estaba buscándolos pero no encontró nada así que se fue, los ratones vieron al gato irse y regresaron a casa, pero esta vez decidieron que Clara no se enterara de nada, así no vendría otro gato.
Los ratones bailaron, cantaron y saltaron ya que su plan había funcionados y podrian vivir tranquilos y juntos.

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